El ébola vuelve a aparecer donde más daño ha hecho
En el mes en el que la mortalidad por coronavirus ha aumentado un 40% en África y se acercan las 100.000 muertes, en el que la tasa de muertes por casos en el continente ha superado a la media global, en el que se ha descubierto que la vacuna de AstraZeneca no es igual de efectiva contra la variante sudafricana, va y reaparece el ébola. Y no solo en un sitio, en dos. Y en qué sitios: los lugares donde más muertes ha causado.
La semana pasada conocíamos la muerte de una mujer de un superviviente de ébola de la pasada epidemia en la provincia de Kivu Norte por ébola al este de R.D. Congo, indicando la vuelta del virus a una zona que lo erradicó en junio de 2020. Unos días más tarde las autoridades oficiales han confirmado otro brote en Guinea-Conakry en la región de N’Zerekore, al sur del país, cerca de la frontera con Liberia. El 28 de enero había fallecido una enfermera y seis personas que fueron a su funeral comenzaron a tener síntomas compatibles con el ébola días después. Dos de ellos han muerto, elevando la cifra a tres fallecidos, mientras que los otros cuatro están hospitalizados. En un principio no hay relación entre los dos brotes, a más de 4.000 kilómetros de distancia.
Guinea fue el origen de la epidemia de ébola con más víctimas de la historia, finalizada hace ya cinco años. Entre 2014 y 2016 el virus se extendió por Guinea, Liberia y Costa de Marfil causando 11.323 muertos de los 28.646 casos. Tras ella R.D. Congo sufrió dos pequeños brotes antes del brote en Kivu Norte, mismo lugar que el de ahora, que causó 3.481 contagios y 2.299 muertos, la mayor tasa de mortalidad jamás registrada. De media fallecen un 50% de personas, aunque la tasa ha variado de un 25% a un 90% de los afectados. La tasa de muertes por casos de coronavirus a nivel global es de un 2,2%.
La Organización Mundial de la Salud ha declarado el nivel de alerta en Guinea así como el gobierno de la vecina Sierra Leona, mientras que Liberia ha activado el sistema de vigilancia epidemiológico. Una de las medidas para contener el brote, además de las medidas de distanciamiento y prevención, será acelerar la producción de vacunas. En 2019 se aprobó la primera vacuna conocida como Ervebo producida por Merck y en 2020 la segunda, Zabdeno, de Johnson&Johnson. Ya en enero de 2021 la OMS preveía crear un stock de 500.000 vacunas en caso de emergencia, pero admitió solo tener disponibles 7.000 de la vacuna Ervebo. Ambas tienen complicaciones: aunque la primera solo necesita una dosis, debe mantenerse a -80ºC, mientras que la segunda requiere dos dosis separadas por 56 días, lo cual dificulta su conservación y eficacia en emergencia sanitaria.