La incierta era post-Condé en Guinea
La imagen del ya expresidente guineano Alpha Condé tumbado en el sofá, camisa dominguera abierta y cara de pocos amigos rodeado de militares ha dado la vuelta al mundo. Condé no ha sido el primer presidente al que han pillado por sorpresa con vestimenta festivalera: se suma a otros exdirigentes longevos cuyos militares se cansaron de ellos, una tendencia al alza en África Occidental.
Desde entonces, poco se ha sabido del expresidente. La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) confirmó que Condé está bien de salud, pero a pesar de ello suspendió a Guinea Conakry como miembro de la organización al igual que la Unión Africana. Hay rumores de una posible excarcelación del exmandatario que apacigüe los ánimos de una comunidad internacional que no reconoce a la nueva junta militar. En cambio, la mayoría de la población local ha recibido bien el cambio gubernamental tras once años.
Varios motivos subyacen tras el alzamiento. La decisión de Condé de perseguir un tercer mandato ilegal el año pasado, mediante previo referéndum violento, ha sido la gota que ha colmado en un vaso en un país donde no existe la libertad política. El futuro es una incógnita en Guinea, otro país que sufre un golpe de Estado militar.