El continente con más espacios sin humo
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África es el continente que menos prevalencia de fumadores tiene. Tan solo un 10% del continente fuma, aunque con los números crecientes de población esto hace prever que para 2025, África tendrá 51 millones de nuevos fumadores, más que en la actualidad. Todo eso a pesar de los esfuerzos por reducir: el continente tiene cada vez más millones de personas que fuman, pero en menor porcentaje. Es más, la OMS dice que está en línea para cumplir con el objetivo de reducir un 30% la prevalencia entre 2010 y 2025. Es la región con mayor número de países en proyección de cumplir con ese dato, pero aún así tan solo son el 53%.
Las cachimbas y el poder adquisitivo como factores claves
Sin embargo, hay datos muy dispares. [ihc-hide-content ihc_mb_type="show" ihc_mb_who="4,5,6" ihc_mb_template="3" ] Los países con mayor poder adquisitivo en ciertas rentas son los que más tabaco tienen. Estos se ubican en el norte y sur del continente, destacando Egipto, Túnez, Argelia, Sudáfrica y Lesoto como los únicos cinco países donde al menos una de cada cinco personas fuma tabaco. El caso de los países musulmanes se debe al nulo uso del alcohol y a la expansión de las cachimbas en bares como lugar recreativo, especialmente entre los hombres. En Túnez, el país con mayor prevalencia, se consumen hasta 1.628 cigarrillos al año por cada adulto, una media de 4,4 por día. A la cola destacan Ghana y Nigeria con poco más de un 3% seguidos de Etiopía, con un 5,1% y Santo Tomé y Príncipe con un 5,7%. Difícil de tomar un patrón en este sentido más allá de la disponibilidad de otros usos recreativos.
Varios estudios empíricos muestran datos increíbles en las últimas décadas en el uso del tabaco que hablan del peligroso incremento. En Mauritania por ejemplo, en 2012 había un consumo de 42 cigarrillos al día fumados por persona fumadora, la tasa más alta del mundo, según el estudio publicado en el Journal of The American Medical Association. Las razones son varias: más allá de la ya mencionada tradición alrededor de la cachimba, Mauritania se colocó durante muchos años como un lugar clave para el comercio entre el Magreb y África subsahariana, siendo un lugar de paso para el tabaco, utilizado como moneda incluso de pago. Esto hizo incrementar su uso y aunque el dato de prevalencia está en la media africana, con un 10,7%, la cantidad de tabaco por persona fumadora llega a niveles récord.
Otro caso es el de Mozambique. Con el final de la guerra civil en 1992, el país comenzó su desarrollo abriéndose al mismo tiempo al comercio. Entre 1994 y 2010, el país incrementó en un 220% el uso del tabaco entre personas mayores de 16 años. Una cantidad que le ha situado en 2020 ya por encima de la media continental con un 14,3% de prevalencia. El grupo Atlas del Tabaco incide que la industria tabacalera busca nuevos mercados en África ante el desarrollo económico, la creciente población joven y urbana.
Más hombres con cigarros
Por género, los hombres son los que principalmente fuman tabaco: hasta seis veces más hombres que mujeres, un 17,8% por un 2,8% de prevalencia. Esto va en tendencia con la diferencia de género a nivel global. En este sentido, ambos hombres y mujeres africanos tienen la tasa más baja, pero la diferencia con la región de más consumo es mucho mayor en el caso de ellas. Los hombres fuman hasta 2,5 veces menos en África que en el sudeste asiático, la región con más hombres fumadores con un 46,6%, pero las mujeres hasta seis veces menos que las europeas, las que más fuman con un 17,7%. Aún así, destaca que los hombres africanos fumen igual que las mujeres europeas y los primeros sean los que menos fuman de su género y las segundas las que más del suyo.
Impuestos para paliar la adicción
Para reducir el consumo del tabaco hay que implementar medidas. Hay plataformas como Tobacconomics que elabora el Índice de Impuestos al Cigarrillo y señala que los países africanos tienen mucho que mejorar. También la OMS ha desarrollado la fórmula MPOWER con la que valora las medidas de los gobiernos para legislar contra el tabaco entre los que está el empaquetado con los efectos nocivos, la presencia de anuncios en medios o los impuestos, entre otros. En este último hay una variación enorme entre países: mientras que Mauricio lidera con un 81,2% de impuesto al tabaco, en Benín solo es de un 9,5%, haciendo que su precio sea hoy más asequible que hace una década.
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